La Organización Interamericana de Estudios como ente
educador persigue objetivos integrales. A través de una formación
profesional en las áreas de Inglés e Informática buscamos una excelente
capacitación que permita a nuestros alumnos la posibilidad de acceder a
un campo laboral cada vez más exigente. Por otro lado también anhelamos
transmitir valores de conducta que conlleven a una formación humana
valiosa, ya que creemos que educar es una tarea amplia y demasiado
importante como para solo reducirse a una mera formación técnica.
Nuestra
pedagogía de enseñanza está centrada en tres aspectos escenciales: la
motivación del alumno, el maestro y la integración familiar.
Enseñar es el intento de transmitir conocimiento de un ser
humano a otro. Lo cual, más allá de todo elemento interno, que va desde
una simple tiza hasta la más moderna computadora, nos localiza
indefectiblemente en el complejo mundo de las relaciones humanas. Es por
ello que nuestro programa se centra en el docente; y no nos referimos a
la capacitación técnica (que también la tiene), nos referimos a la
vocación del maestro, esa fuerza que lleva a buscar incansablemente
despertar el deseo y la voluntad de aprender, ni el más doctor de los
maestros sería capaz de cumplir con su objetivo a cabalidad, su misión
tan esencial sería considerada por sus alumnos un mero formulismo a
cumplir, que a lo sumo deja algunos datos vagos en la memoria. Si
conseguir dicha motivación es tan importante; ¿Que especialización debe
tener el docente?; ¿A que texto debe recurrir? La respuesta es bien
sabida por usted. Lamentablemente no existe tal carrera y menos aún un
texto de consulta al cual recurrir, porque existen tantos diferentes
elementos motivacionales como seres humanos en el mundo y aún más dentro
de éstos seres humanos, una gran mayoría ni siquiera tiene conciencia
de cuales son sus elementos motivacionales; dichos elementos se
transforman y cambian de acuerdo a la circunstancias que vivimos, al
momento de nuestras vidas en la cual nos hallamos, y podríamos continuar
por horas.
La adolescencia es el periodo más complejo de nuestra
existencia; ya que es un periodo de transición física, emocional y
mental. Consecuentemente, enseñar a adolescentes es una tarea bastante
ardua, pero por el otro lado ningún otro periodo es campo más fértil
para plantar las semillas de todos aquellos valores y normas de conducta
que rigen nuestras vidas cuando asumimos completamente el timón de
nuestros barcos y pasamos entonces a ser responsables por pequeños
tripulantes.
Resumiendo, dada la complejidad del proceso
motivacional y la tremenda importancia y trascendencia de la docencia,
independientemente si lo enseñado es física, música, inglés o mandarín,
creemos fírmemente en que lo que importa no son los libros, ni el
programa, ni la sala de clases, sinó los maestros. Y para nosotros, un
buen maestro, no es aquel que sabe mucho, sino aquel que vive la
docencia como vocación y siente en las fibras más íntimas de su ser que
debe utilizar todos los recursos posibles para alcanzar su objetivo.
La certeza del rol fundamental del maestro sin embargo, no
hace que descuidemos otras áreas. Los materiales didácticos que
utilizamos son exclusivos de la Editorial de Pearson-Longman; quienes a
través de su representante para sudamérica nos brindan su apoyo con
materiales complementarios y cursos de capacitación específicos.
También
juega un rol importante la experiencia con la que contamos; ya que ésta
es esencial en la docencia más que ninguna otra actividad.
Nuestra
función educativa se remota a casi 20 años atrás, con experiencia en
una plaza tán exigente como la de Montevideo, Uruguay donde iniciamos
nuestra actividad; siguiendo a partir de 1988 en Asuncion, con la
habilitacion de nuestro Centro Educativo ubicado en Mcal. Estigarribia
1648 c/ Rca Francesa.
El tercer vértice es la familia; el apoyo familiar es imprescindible para la formación integral que perseguimos. Los maestros necesitan de la conducción, el apoyo, la exigencia de los padres; y los alumnos necesitan todo lo nombrado, y lo fundamental, sentir el amor de sus padres. Nuestros alumnos con mejor rendimiento académico; y mucho más importante aún, nuestros alumnos más felices, más seguros, son aquellos que cuentan con el apoyo incondicional de sus padres. Es por ello, que constantemente tenemos reuniones de padres, nos comunicamos telefónicamente con ellos, enviamos reportes, tenemos actos, etc. Sabemos que nos movemos en un mundo ajetreado, que es ya muy dificil encontrar una mamá de tiempo completo, pero creemos que haciendo un esfuerzo todos, podemos mantener unido el núcleo, donde nos integramos el alumno, la familia y los educadores.